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Policía de León tortura y agrede sexualmente a adolescentes; hace redada tras manifestación feminista

por POPLab POPLab

Por: Alonso Merino Lubetzky

Guanajuato.- Una redada policíaca tuvo lugar en León luego de la manifestación contra las agresiones sexuales que sufrió Evelyn hace menos de dos semanas por parte de elementos de seguridad pública en León, Guanajuato. Alrededor de las 8:15 de la noche del sábado 22 de agosto colectivas feministas en la ciudad comenzaron con la búsqueda de las 22 mujeres detenidas que después de ser liberadas denunciaron tortura y múltiples violaciones a sus derechos humanos.

La marcha contra la violencia policial de alrededor de 300 mujeres terminó en más represión policíaca y en agresiones en contra de las manifestantes, civiles y reporteras. Los abusos no cesaron con los forcejeos y golpes propinados a las mujeres durante la manifestación; culminó con menores de edad que fueron violentadas por agentes municipales.


Procesadas en CEPOL Norte; funcionarios reservan información de su paradero

La Red Feminista de León acudió a las diferentes delegaciones de CEPOL para esperar la llegada de las mujeres detenidas, incluso siguieron a una patrulla llena de mujeres esposadas que partió del primer cuadro de la ciudad y llegó hasta las instalaciones de CEPOL Norte en el Bulevar Téllez Cruces. A las 9:00 pm POPLab y la Red fueron testigos de la llegada de al menos dos patrullas repletas de detenidas. A las 10:00 pm un oficial, que no se identificó, informó de manera extraoficial el paradero de más de veinte mujeres y un hombre en dicha delegación.

Foto: Alonso Merino Lubetzky

Una amplia movilización en redes sociales difundió la lista con los nombres de las detenidas. Al mismo tiempo un boletín de la SSP habló de 26 detenciones, cifra que posteriormente se corrigió a 23. A las 11:00 pm el funcionario José Dolores Valadéz de CEPOL Norte informó a este medio de comunicación y a la Red Feminista de León que no contaban con registro de las personas privadas de su libertad.

Dolores Valadéz, quien se identificó como “telefonista” no quiso especificar su puesto, negándose a brindar información a los familiares y a la prensa sobre su paradero. A las 11:30 pm siguieron llegando familiares y, sin embargo, los agentes de CEPOL Norte continuaron sin confirmar la identidad o existencia física de las personas arrestadas.

Menores de edad con rasgos de tortura y otras violaciones a DDHH

Finalmente, en presencia de Amnistía Internacional y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) quienes asistieron como observadoras de las detenciones, a las 11:40 pm salió la primer menor de 17 años, quien declaró ante este medio de comunicación que la policía la detuvo en la Zona Centro cerca de la Plaza Expiatorio. Explica que cuando las agentes la subieron a la patrulla junto con otras manifestantes la insultaron y la comenzaron a golpear. Relata que durante todo el trayecto elementos de seguridad pública la violentaron física, verbal y sexualmente. Recibió varios golpes en la cabeza, le jalaron el cabello y le tiraron varios puñetazos. Cuenta que las compañeras que intentaron defenderla también recibieron golpes de parte de las oficiales.

En su testimonio da cuenta que agentes varones golpearon a más compañeras. Una de ellas fue ahorcada y tuvieron que auxiliarla por las marcas de violencia que tenía en el cuello. La menor informa que un policía la agredió sexualmente metiéndole la mano bajo la falda. Compañeras suyas confirmaron su testimonio y agregaron, además, que entre varios agentes la semidesnudaron antes de subirla a la patrulla, subiéndole la falda y rompiéndole la blusa. El testimonio de esta menor confirma más agresiones sexuales a adolescentes que participaron en la manifestación.

Otra mujer detenida con quien POPLab tuvo comunicación la madrugada del 23 de agosto, relata que cambiaron los datos de su acta de detención policial, de lo cual se dio cuenta cuando llegó con el juez: hora de arresto, los cargos imputados, el lugar de la detención fueron cambiados. Explica que la hora del arresto que anotaron era a las 10:30 pm y el lugar la calle Madero del Centro Histórico, una conocida zona de bares en la ciudad. Dentro del acta de detención decía también que se tuvo que aplicar fuerza porque se opuso a la detención, cosa que desmintió.

El reportero de POPLab estuvo en CEPOL Norte desde la llegada de las primeras camionetas con detenidas a las 9:00 pm del sábado, hasta las 4:00 am del 23 de agosto, cuando liberaron a la última de las 23 personas privadas de su libertad.

De acuerdo con más de diez testimonios recogidos, muchas manifestantes fueron ahorcadas cuando se reunieron afuera de la caseta de policía en la Plaza Expiatorio, a quienes también les golpearon a puño cerrado y les jalaron del cabello. A una menor de edad le arrancaron las perforaciones de la cara y las orejas al arrestarla; declara que una agente le dijo “estas arracadas me gustan para la boda de la próxima semana, me las voy a quedar”. La mayoría de las detenidas recibieron comentarios denigrantes y sexualizantes de los agentes varones que participaron en la redada posterior a la manifestación.

Explican que al llegar a CEPOL Norte, las amedrentaron diciéndoles que “les iban a sacar dinero” y que “ahora sí van a pagar”. Cuentan que desde antes de la manifestación se taparon todos los puntos de salida de alrededor del Arco de la Calzada con grupos de agentes de la policía que parecían planear la represión. Otra mujer detenida relata que los locales alededor del Arco cerraron porque los locatarios recibieron amenzas para no resguardar a las manifestantes. Cuando ella y otras de sus compañeras se quisieron refugiar en una heladería, la empleada del lugar les dijo con lágrimas en los ojos que no podía dejarlas entrar.

A otra manifestante una agente le dijo “no, no te ahorqué, sigues viva”, después de que le pidió que la soltara. Otras fueron a axuliar a sus compañeras agredidas en el Arco y policías las empezaron a seguir en el automóvil. A otras las bajaron de su auto para arrestarlas cuando ya estaban lejos del primer cuadro de la ciudad. Otro grupo fueron trasladas primero a la delegación CEPOL Poniente, pero inmediatamente las redirigieron a la delegación norte.

Foto: Alonso Merino Lubetzky

Detenciones a diestra y siniestra

De forma general, los testimonios recabados relatan que las agentes les amenazaban personalmente, se burlaban de ellas, las ofendían y las golpearon en muchas ocasiones al interior de las patrullas. Las acompañantes y manifestantes detenidas confirman que las patrullas 717 y 713 municipal, así como la 113 estatal fueron algunas de las involucradas en la redada.

Manifestantes fueron reconocidas por las y los policías en la parada del OptiBus (oruga) del Sistema Integrado de Transporte (SIT), quienes se metieron a la estación para detenerlas y subirlas a la patrulla. Ahí también privaron de su libertad a mujeres que salían del trabajo. Un grupo más de mujeres cuenta que llegando a las instalaciones de CEPOL Norte, las amenzaron con tomarse “selfies” con ellas sin su consentimiento y que les traerían policías varones en forma de amenza.

A una madre con su hija la detuvieron en la parada del camión, pese a que nada tenían que ver con la manifestación. A la menor le quitaron sus pertenencias con violencia con todo y que ninguna de las dos opuso resistencia. Una pareja transitaba por la zona en bicicleta y a ella la arrestaron también.

Foto: Alonso Merino Lubetzky

Los testimonios confirman una infiltrada en la manifestación que detectaron cuando se comenzaron a llevar a las primeras manifestantes. La infiltrada es identificada con pelo rojo con una estatura de 1.65 m que les tomaba fotos y videos a las mujeres. Cuando esa patrulla arrancó en dirección al Bulevar Mariano Escobedo, agentes empujaron hacia afuera de la camioneta a dos mujeres. Las manifestantes cayeron al suelo con el automóvil en movimiento.

De acuerdo con la la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), además de las 22 mujeres y un varón liberadas alrededor de las 4:00 am del 23 de agosto, se tiene información de mujeres que no llevaron a las estaciones de la policía, pero que tampoco se tienen sus nombres. REDIM teme que sean víctimas de desaparición forzada.

MP y hospital revictimizaron a adolescente y familiares

Al menos dos mujeres, una de 17 años y otra de 20, asistieron al Hospital Materno-Infantil en León, debido a que el Hospital General se encuentra destinado exclusivamente a la atención de casos de COVID-19. La Red Feminista de León reporta que había un solo médico en el turno de la noche quien por falta de capacidad no pudo atender a las dos mujeres con rasgos de tortura y violencia en toda la noche.

Después de ocho horas de espera, agentes de Trámite Común del Ministerio Público acudieron al hospital a tomar la declaración de una de las adolescentes violentadas. La Red Feminista reporta que los agentes revictimizaron a la adolescente y a su madre con tratos violentos, además de que los agentes de Trámite Común no se encontraban capacitados para atender a víctimas adolescentes de violencia sexual. La doctora Marisela Loza Vázquez también revictimizó a las mujeres que acudieron para una valoración médica después de la represión y tortura.

De acuerdo con REDIM, hay adolescentes y jóvenes que, junto con sus familias, esperan a la Fiscalía especializada para dar pie a presentación de denuncias formales por detención arbitraria, violencias múltiples, tortura y agresiones sexuales.

Al momento, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) no se han presentado con las víctimas, sus familiares y las organizaciones acompañantes; sin embargo, personal de la CNDH se puso en contacto y confirmó que están por llegar a León para dar seguimiento. La Procuraduría Estatal solo emitió un breve comunicado en el que informa que se abrió el expediente de queja 108/2020-A.

Brenda Caudillo, jefa del departamento de la Procuraduría Estatal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Guanajuato, asistió a CEPOL Norte seis horas después de la detención de las adolescentes, negándose, además, a dar una declaración oficial a POPLab.

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