Más de 30 años cuidando y curando pacientes
Por: Celia Espinoza
07 de enero de 2020.- Como cada 06 de enero, se conmemora el Día de la Enfermera y el Enfermero, en Lagos de Moreno existen mujeres que por más de 30 años han ejercido esta profesión.
Cuadrante7.mx te invita a conocer las experiencias de tres enfermeras que cumpliendo con los años para jubilarse se han resistido de esa idea y continúan cerca de los pacientes, brindando un servicio que ellas mismas denominan con amor y orgullo, en la que se disfruta ayudar a la gente.
Asunción Velázquez asegura que la enfermería es una vocación
María Asunción Velázquez Campos tiene más de cuatro décadas siendo enfermera y desde hace 35 años labora en la Secretaría de Salud.
“Para mí ser enfermera es algo muy bonito, tenemos que calidad, calidez para atender a los pacientes […] esto ha cambiado, porque antes era más empírico y ahora es más profesional”, expresó.
De los momentos más difíciles de esta profesión es “cuando se muere algún paciente, porque luego hay gente que piensa que no tenemos sentimientos, y no, y a uno también le duele. Porque hay pacientes con tanto carisma y que si te encariñas con ellos; yo recuerdo cuando llegó un niño como de dos años ya muerto, la mamá lo traía en brazos cobijado, y cuando me lo entregó, lo ví que no se movía, le hablé al doctor y ya no tenía signos vitales. Y es ahí cuando sientes lo peor”.
De las experiencias gratificantes, con una gran sonrisa dijo que es cuando se encuentra a los pacientes recuperados y la saludan en la calle, y le agradecen la atención que les brindó.
Percibe que esta profesión no es tan reconocida porque se ha hecho mala fama por alguien que siente recibió buena atención.
“Pero también se tiene que valorar los puntos buenos que tenemos, no sólo lo malo”, propone.
Carmen Aguiñaga disfruta de estar cerca de la gente
Carmen Aguiñaga desde hace 37 es enfermera en el Secretaría de Salud y se resiste a jubilarse, porque ella misma refiere que le gusta y ama su trabajo.
“Me siento muy a gusto; disfruto de ayudar a la gente y es una de las razones por las que no me he retirado; porque para mí ser enfermera es un orgullo, una satisfacción de poder ayudar a la gente, disfruto de poder estar entre la gente; ahorita estoy en una Unidad Aplicativa que me ha gustado mucho, por eso no me he jubilado”, compartió a Cuadrante7.mx
Con una enorme sonrisa destaca que esta profesión implica en el desempeño diario brindar un servicio con calidad y calidez humana.
Sobre si esta profesión es valorada, comentó “ya no somos las mismas enfermeras que antes, porque ahora existe más reconocimiento a lo que hacemos, hasta de los mismo compañeros y los doctores. Ya hasta hay pacientes que preguntan por ti, y eso es un reconocimiento”.
Agregó que “una palabra de ellos (los pacientes) te llena de satisfacción y yo he tenido varias como es un ‘gracias’; en ocasiones no valoran el trabajo de inmediato, quizás por lo enfermo, pero después te los encuentras y si dan el agradecimiento”.
Los momentos más difíciles y dolorosos para una enfermera dice que son “cuando no puedes ayudar a una persona, cuando no podemos ser resolutivas y entonces vienes la frustración por no poder ayudar, el saber que una persona tiene una enfermedad terminar y que no puedes hacer nada, porque siempre uno termina tomándole cariño a los pacientes; quisiéramos que todos salieran con bienestar, y que se remediara su mal, que se aliviaran, y pues entonces viene la impotencia”.
Alejandra Flores Guzmán: la enfermería es una profesión de retos diarios
Alejandra Flores lleva 38 años ejerciendo la enfermería, la cual define como profesión que ofrece retos diariamente,“porque se lucha con la enfermedad y la muerte, es a diario y a cada momento. Ser enfermera o enfermero es un regalo que tiene la humanidad para todos aquellos que sufren por una enfermedad”.
Este trabajo de Enfermería en el Hospital del IMSS en Lagos de Moreno, lo combina con la enseñanza de enfermería desde hace 29 años, porque considera que en la actualidad aún no es valorada como debe ser.
“Somos profesionales de la salud que dedicamos nuestra vida a prevenir enfermedades y ayudar con los tratamientos cuando está presente. La sociedad nos cataloga como si fuéramos una sirvienta, no una profesional de la salud. Además puedo decir que aprendo mucho de los jóvenes y señoritas que son mis alumnos, ya que me aportan nuevas experiencias para continuar mejorando mi labor como Enfermera y como maestra”, precisó.
Para Alejandra Flores lo más gratificante de ser enfermera es cuando un paciente sana y se va a su casa, “porque quiere decir que nuestros esfuerzos rindieron frutos”.
De sus mejores experiencias relató que es cuando la aceptaron como dicente de enfermería y el ver a sus ex alumnos como unos profesionales de esta área.
Pero la ingratitud a sus servicios y atención es de las anécdotas más tristes que recordó.
“También para mí es muy bonito cuando en la calle me detiene una persona y me agradece por la atención que le brindé en el hospital, y saber que esa atención fue hace mucho tiempo y todavía lo recuerdan”, detalló.