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Viridiana sobrevivió a violencia de su ex pareja y ahora se mueve en una silla de ruedas. Pide ayuda para pagar los gastos médicos.

Por: Celia Espinoza

26 de noviembre de 2020.- “No sirves para nada y no vas a servir para nada”, es la expresión que más decía y luego venían los golpes, recuerda Viridiana López Madrigal de 30 años, madre de dos niños y sobreviviente de la violencia de género por parte de su ex pareja.

Aunque vivió tanto la violencia física, verbal, psicológica y económica, la que le dejó graves secuelas la atribuye a la generada por los golpes, debido a que al protegerse expuso su espalda y esto le generó un tumor en su columna, por lo que ahora se mueve en una silla de ruedas.

Viridiana se encuentra en tratamiento con el fin de recibir una cirugía que le ayude a tener de nuevo la movilidad de sus piernas, pero está a punto de vencer el seguro médico del que goza en el IMSS y a través de Cuadrante7 recurre a la población solicitando apoyo económico para poder renovarlo.

Hace dos años me vine a vivir con mis papás; estoy así por los golpes que me dio el papá de mis hijos y eso me causó un tumor en la columna. El próximo lunes (30 de noviembre) se me vence el seguro; ahorita lo he tenido porque me lo pagué con lo que me dieron unos amigos y conocidos que se cooperaron para que pudiera pagar el seguro. Me muevo con la silla de ruedas, con el andador muy poco porque no puedo, es que las piernas no me reaccionan

Viridiana vive en el barrio de ‘El Bajío’ de La Laguna en la casa de sus papás y con sus dos hijos, uno de 3 y otro de 6 años de edad, y ella relata su historia con la esperanza de poder recibir ayuda.

Como una mujer valiente comenta “con la esperanza de que le sirva a otras mujeres y no pasen por lo que yo viví. Yo la verdad no me animé a demandarlo por miedo a que le haga algo a mi familia o a mis hijos”.

Recordó que fue hace como ocho años que conoció a su ex pareja en la empresa para la que ambos trabajaban; se hicieron novios y al año decidieron vivir juntos. Se fueron a una vivienda en la comunidad de San Isidro.

“Como al año tuve a mi primer hijo y a partir de ahí fueron golpes, maltratos, humillaciones, violaciones, de todo, no me daba para el gasto; ya con mis dos hijos hubo ocasiones que no teníamos ni para comer, no le importábamos nada, si los niños vestían, si tenían para vestir. Yo no sé en qué mundo vivía”, relató con tristeza.

A Viridiana a le sigue provocando dolor recordar que vivió todas las violencias, por ejemplo en la psicológica “me decía que no servía para nada, que era una inútil, que si él ya no me quería, menos mi familia y que no me iban a poyar si decía dejarlo; después venían los golpes, las violaciones, los arrepentimientos y así”.

Con algunas lágrimas en los ojos platicó “venía con una forma extraña, no borracho porque no olía a alcohol, pero llegaba como a las 3:00 o 4:00  de la mañana muy agresivo, muy violento porque aventaba las cosas, me despertaba a gritos, me trataba de lo peor”.

Durante el embarazo de su hijo comenzó a perder la movilidad, además de presentarse dolores en la espalda y las piernas.

Yo le pedía que me llevará al doctor pero no lo hacía. Hasta me decía que su mamá le decía que no me llevará que porque yo nomás me estaba haciendo mensa; yo le decía que de verdad me sentía mal. De su parte no recibí ningún un trató médico, así pasé mi embarazo con estas complicaciones. Hasta me dio preclamsia y aquí estamos mi hijo y yo”, comentó.

Viridiana mencionó que “la bomba de tiempo” tronó cuando ella decidió operase para no tener más hijos.

Al enterarse de que ya no quería más embarazarme vinieron los reclamos al señalar que era porque andaba con otro; siguieron los insultos día con día y mi cuerpo seguía en deterioro. No dejaba que mi familia se acercara a mí. Les decía que no estaba. Me mantenía incomunicada a pesar de que le decía que me sentía mal, y él sólo me decía ‘no vas a servir para nada’, y no me llevaba con el médico”, platicó.

Un día tomó la decisión de salirse de su casa, aún con los malestares habló con una vecina y le pidió ayuda.

Me armé de valor y hablé con mi papá, y mi familia me rescató, así fue como me regresé a casa, a vivir con mi familia. De inmediato me llevaron al Centro de Salud y tuvimos que pedir apoyo para ir al Hospital Regional”, mencionó con un tono de firmeza.

La operación que tanto anhela Viridiana está detenida. Este año ya no se pudo programar por la contingencia sanitaria.

Celia Espinoza

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad La Salle Bajío; candidata al titulo de Maestra en Política y Gobierno por el Colegio de León; ha sido periodista en Radio U. de G. Periódico AM Lagos, el sitio digital El Río-Lagos y colaboradora de algunos otros medios locales y regionales.