LA DEUDA DE LAS ESCUELAS INCLUSIVAS DESDE LA PRIMERA INFANCIA EN LAGOS DE MORENO
Por: Celia Espinoza
Lagos de Moreno, Jalisco (Mex).- El no invertir en la educación de niñas y niños antes de los 6 años tiene un costo significativo en lo individual, así como en lo social. James Heckman, Premio Nobel de Economía, muestra que los costos de no invertir en educación durante la primera infancia son altos, ya que el desarrollo de niñas y niños influye de manera significativa en la salud, la economía y tiene consecuencias en lo individual, así como para las sociedades.
A nivel individual, niñas y niños que no reciben educación temprana tienen más probabilidades de tener dificultades de aprendizaje, problemas conductuales y de salud mental, además de un desempeño académico inferior en comparación con sus pares que sí recibieron educación temprana. El informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) muestra que los estudiantes que han recibido educación durante la primera infancia obtienen mejores resultados; lo cual puede tener un impacto a largo plazo en su capacidad para obtener un empleo mejor remunerado y tener una vida económica más estable.
A nivel social, el no invertir en la educación temprana de niñas y niños puede conducir a un ciclo de pobreza y exclusión social. Las niñas y los niños que no reciben educación durante los primeros años de vida tienen menos probabilidades de graduarse de niveles subsecuentes y de conseguir un título universitario, lo que significa que tienen menos oportunidades de obtener empleos bien remunerados y contribuir al desarrollo de su país.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado que la educación durante la primera infancia contribuye a mejorar la conciliación laboral y familiar y permite una mayor incorporación de la mujer al mercado de laboral.
Por lo tanto, no invertir en la educación de niños menores de 6 años tiene un costo significativo porque tratar de cambiar el comportamiento o desarrollar nuevas habilidades sobre una base endeble requiere más esfuerzo y tiempo para las personas. También para la sociedad tiene un mayor costo, ya que significa asignar más recursos en brindar educación para nivelar y reducir las brechas, implica destinar más recursos en tratamientos clínicos y otras intervenciones que se requerirán más adelante en la vida por lo que es más costoso tratar de modificar que brindar relaciones de crianza, protección y experiencias de aprendizaje apropiadas en una etapa más temprana.
Las capacidades desarrolladas durante la infancia son los componentes básicos de una sociedad que funcione bien, para la autosuficiencia económica hasta el comportamiento adulto responsable y la salud de por vida. Cuando en el presente se dan las herramientas necesarias a niñas y niños para aprender, desarrollarse y prosperar, se devolverá a la sociedad en el futuro a través de una ciudadanía más responsable y sana.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la educación es un derecho humano funda mental y empieza al nacer, por lo que es especialmente importante para niños y niñas en situaciones de vulnerabilidad, ya que les proporciona una base sólida para su desarrollo físico, cognitivo, social y emocional. Sin embargo, el acceso a la educación en las primeras etapas de vida sigue siendo desigual. La relación entre el nivel socioeconómico y el desarrollo cognitivo está presente desde la infancia, asimismo, hay varios estudios que indican que quienes no asisten al preescolar tienen una mayor probabilidad de tener un rendimiento escolar más bajo, sobre todo entre los niños que están en desventaja.
Jalisco es la segunda entidad federativa del país con población en el rango de edad de 3 a 5 años con un 6.7%. Mientras que, respecto al total de población de cada entidad federativa, Jalisco tiene un 5.2% de niñas y niños en el rango de edad de 3 a 5 años
Pero a esto hay que añadir la población de la primeria infancia con discapacidad, la cual tienen un deficiente acceso a la educación, provocados, por un lado, porque el magisterio no tiene una formación apropiada para atender las necesidades educativas de este colectivo y por el otro, hay escasos modelos pedagógicos especializados para las necesidades educativas especiales de este sector. Al no tener una educación adecuada, esto generará una serie de consecuencias, entre estas no poder acceder a ofertar laborales que les garantices mejores niveles de vida.

Valeria Nicole Herrera Pérez desde los 4 años de edad mostró un gusto particular por la música, lo que la ha llevado a toca el piano de manera nata y ha desarrollado una pasión por cantar e interpretar temas del género ranchero, pero esto lo hace con el apoyo de su mamá, porque en la a la Escuela de Educación Especial (Centro de Atención Múltiple CAM), no encontró las posibilidades de desarrollar estos talentos y/o habilidades.
“Desde los 4 años, me regalaron un piano pequeño en la Escuela de Educación Especial, y empecé a tocarlo. Un día empecé a tocar el padre nuestro y a partir de ahí seguí, ahora toco canciones de Raúl Di Blasio, Richard Clayderman, entre otros. Mientras que con la voz le gusta interpretar canciones Angela Aguilar, Majo Aguilar”, compartió.
Su mamá, Carmen Pérez, relató que por su condición de discapacidad visual (ceguera completa debido a que nació sin un nervio óptico y no tiene cura, lo que la condiciona a vivir con esta condición de por vida), su hija “Vale” ingresó a la Escuela de Educación Especial (Centro de Atención Múltiple CAM) desde el año y medio de edad, y ahí terminó el preescolar.
Desde corta edad, la niña mostró una inteligencia musical y auditiva. Su mamá lo atribuye a la falta del sentido de la vista que le ha permitido agudizar y logra tomar las notas de una canción y la puede interpretar cantando o tocando el piano, algo parecido a Andrea Bocelli o José Feliciano, porque además canta con un sentimiento que conmueve a las personas.
En Jalisco las estadísticas sobre la inclusión educativa de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad solamente tienen un seguimiento puntual en la educación básica – hasta la secundaria y capacitación para el trabajo- cuando ya terminaron este último nivel de estudio y que por sus características cognitivas ya no pueden estudiar y solamente reciben una capacitación técnica para trabajar en algún oficio como carpintería, electricidad, fontanería etc.
Cabe aclarar que los alumnos que por su nivel de discapacidad no pueden incorporarse a una escuela regular, son atendidos por los Centros de Atención Múltiple (CAM en adelante) mientras que los alumnos que si pueden acceder a una escuela regular, son atendidos por la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER en adelante), pero sigue siendo insuficiente el cuidado y atención que se le pueda brindar, esto debido a que no cuentan con aulas, maestros y recursos especializados en la educación de niñas y niños de la primera infancia con discapacidad en los diversos subgrupos: sensoriales y de comunicación, motoras, intelectuales, múltiples y otras.
Ante este escenario, Carmen Pérez ahora se esfuerza en que su hija estudie en una escuela regular, siendo ella su apoyo para que aprenda de las diversas materias.
En Lagos de Moreno sólo se cuenta con un CAM, pero sin recursos que permitan el estimulo y desarrollo de sus alumnos en las diferentes discapacidades, por lo que la deuda de escuelas inclusivas sigue siendo un pendiente en atención a los derechos humanos, pero también de inclusión que garanticen, en casos como el de Vale, un aprendizaje y autosuficiencia, pero también las bases para concluir su educación básica y poder llegar hasta la universidad.
Esta publicación es el trabajo final del Programa de Formación “Periodismo Comprometido con la Primera Infancia, organizado por la Coalición Somos Crianza, la coalición latinoamericana de redes por la primera infancia.