La lucha del Pueblo de La Laguna es una ‘lucha de mujeres indígenas’
Por: Celia Espinoza
05 de septiembre de 2020.- La lucha y la permanencia del ‘campamento de resistencia’ contra el gasoducto instalado por la empresa Gas Natural del Noroeste en el Pueblo de San Juan de La Laguna y por el que se comieron actos ilegales en contra de sus habitantes, durante más de un año fue gracias a las mujeres de esta comunidad de origen indígena que estuvieron organizadas trabajando y alzando la voz.
Un grupo de mujeres opositoras al gasoducto fueron clave en esta lucha. En el campamento prendieron la fogata, prepararon alimentos, elaboraron artesanías, principalmente de tule, material característico de esta comunidad; organizaron diversas actividades artísticas, religiosas, musicales, conmemorativas y estuvieron frente a los policías, ya fueran estatales o municipales.
También son las fueron señaladas de “ignorantes” por oponerse al progreso del pueblo. Una de ella fue detenida con otros compañeros el 13 de mayo. Otra más fue denunciada y tiene carpeta de investigación.
Ellas son las que han sufrido una doble opresión: ser mujeres y ser indígenas en un municipio que se define como la “tierra de godos, parientes y enemigos todos”.
Las mujeres fueron la que mantuvieron la resistencia por defender su tierra, por defender la vida, por mantener vivo su origen y la historia que caracteriza a este poblado.
Liliana Martínez es originaria de este poblado, es activista, y en algunas ocasiones fungió como la vocera de la protesta de los opositores a la instalación del gasoducto en su comunidad, y en este Día Internacional de la Mujer Indígena definió que la mujer indígena carga mucho el compromiso de cuidar la vida, por lo que entran con todo por una vida digna.
“En particular ser mujer indígena de esta comunidad ha sido todo un caminar del auto-reconocimiento. Yo me reconocí como una mujer indígena con la defensa del territorio, y la influencia de defender la tierra en donde nací y de dónde vengo. Ha sido fuerte, ser mujer e indígena es una lucha constante contra la vulnerabilidad, de alguna forma, dentro de esta lucha pone en alto de la defensa de la vida, pero es enfrentarte contra un sistema capitalista, un sistema patriarcal”, expresó.
Sobre su activa participación como opositora del gasoducto y la lucha por hacer visible el abuso de las autoridades y los actos ilegales que se cometieron contra habitantes de este poblado, expuso:
“Ha sido una lucha de muchos pesares, porque justo estas mujeres, no sólo ponen el corazón, sino también el cuerpo, porque también estás en contacto del dolor, y por eso nos dimos cuenta de las violaciones que se hicieron al por mayor, a la familia encarcelada, el maltrato y la discriminación. Creo que es justa la lucha de resistencia. La lucha de la laguna es una lucha de mujeres y algo que caracteriza a estas mujeres es que cargamos con la cosmovisión de defender la vida”.
Marbella De Santiago se dijo orgullosa sus orígenes, de ser de La Laguna y de que gracias a la participación y resistencia de la gente ante los abusos, se logró que la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco (CEDHJ) emitiera la Recomendación 26/2020 a favor de su lucha.
“Estoy orgullosa de la gente que por fin ha despertado, que ha peleado por sus derechos, que ha alzado la voz, y que gracias a eso tenemos resultado; que son la organización de todo el pueblo, y pues también me da tristeza de saber que solamente así podemos hacer las cosas. Que tuvieron que pasar todos estos atropellos, que tuvieron que pasar la detención de algunos compañeros, que tuvieron que pasar experiencias desagradables para que la gente nos volteara a ver”, mencionó.
Pero con voz de tristeza dijo, “para otros somos las personas retrógradas, somos los que no queremos el progreso, pero realmente lo que pasa, es que estorbamos a la economía o al dinero que pueden embolsarse algunos funcionarios. Me da tristeza la situación en que nos tienen, todavía hay partes de la comunidad que no tienen los servicios, de escuchar solo promesas de campaña y que a nadie le interesa lo que pueda suceder […] somos de un pueblo originario y somos la historia en vivo y a todo color”.
La participación de la mujer en esta lucha y la representatividad que tiene, a pesar de prácticas machistas, ha sido de gran importancia porque en ocasiones ha tomado la batuta no sólo del hogar, sino de la cultura, hasta en lo legal, porque se hubo de confrontar, hubo una participación muy notoria en esta defensa.
Junto con Marbella hay más mujeres que salieron en la defensa de la comunidad, y que fueron las que rompieron esquemas y paradigmas como doña María Josefina Clemente Martínez de 71 años de edad.
“Me siento mucho orgullosa de ser indígena y de mis ancestros; a mí me tocó esto y me hace feliz. Lo que pasó con el gasoducto hace que uno sienta coraje, impotencia y tristeza, de pensar que no nos toman en cuenta. Nada más vinieron a meter eso (gasoducto) sin avisarnos, significa que nuestro pueblo se va a contaminar de las aguas, sabiendo que Lagos está tomando el agua, no nos quieren ayudar. El Gobierno dio el permiso y eso nos hace todo mal, lo hicieron sin tomarnos en cuenta. Nos han reprimido e ignorado como un pueblo indígena. Pero con la recomendación me siento con muchas esperanzas de que podamos hacer algo, y estamos en esa lucha”, compartió.
Po su parte, Isidra Facio López dijo que la lucha y resistencia que emprendieron hace un año la ha hecho estar de pie y dispuesta a defender a su pueblo de atropellos y abusos.
“Significa mucho por vivir cerca de donde está el campamento, estar al pendiente a pesar de que nuestras autoridades no nos escuchan. Me da gusto que el tema del gasoducto se reconoció que somos un pueblo indígena, y que somos importantes en la cultura e historia”, precisó.
Dato
El Día Internacional de las Mujeres Indígenas, fecha instituida por el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco (Bolivia), en honor a la lucha de Bartolina Sisa, guerrera aymara que se opuso a la dominación colonial y que murió brutalmente asesinada en 1782, en la Paz, Bolivia.
El Día Internacional de la Mujer Indígena se celebra cada 5 de septiembre para rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y para visibilizar sus gestas heroicas.
La
guerrera aymara se dedicaba a las telas, era hiladora. Se casó con el caudillo Túpac Katari y junto a él organizó la
resistencia indígena de los pueblos andinos contra el yugo español.
Desde el año 1983, indígenas de distintos países conmemoran esta fecha con la
honra que merecen las mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral de
estas comunidades; así como también de aquellas que murieron en la lucha contra
la discriminación y los abusos cometidos a este género y etnia durante la
historia.